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TRASTORY SABIO

La población mundial descenderá en 40 años

Uno de los fenómenos de la humanidad que sin duda traerá consecuencias desastrosas es la ya conocida sobrepoblación mundial que ya nos queja desde hace décadas.

Las consecuencias más visibles y de las que más se temen son de índole medioambiental, pues hemos visto cómo la presencia del ser humano en grandes proporciones ha destruido ecosistemas completos.

Pero esto incluso afecta al ser humano mismo, pues es una de las razones principales por las que se sufre hambre, pobreza y una deplorable condición de vida en algunos territorios.

En épocas pasadas, las limitantes tecnológicas mantenían los índices de mortalidad aún más elevados, donde incluso hace cientos de años la esperanza de vida era de 30 años, y luego tuvo que ocurrir cierto avance hasta llegar a los 60 años.

Pero en la actualidad, el desarrollo tecnológico ha permitido satisfacer las necesidades de las personas en diversos aspectos como asegurar la alimentación, las medicinas que pueden curar gran parte de las enfermedades, y otros avances que han permitido a las personas disminuir su mortalidad.

Al mismo tiempo, la natalidad continúa creciendo sin parar, preocupando a expertos de diferentes disciplinas como sociólogos, políticos y científicos al notar que la población actual sobre el planeta está excediendo las capacidades incluso lo que la tecnología más actual puede soportar.

Sociedades que nacen tras la desaparición de otras

De hecho, ya hay registros desoladores sobre las consecuencias de la sobrepoblación llevada a una menor escala provocando la desaparición de sociedades enteras.

En vez de hablar de una escala planetaria, estos fenómenos se han visto en zonas geográficas determinadas con una elevada densidad de población que alguna vez existió y que se observaron evidencias de que las causas de su desaparición estaban ligadas con sus propias prácticas.

En términos generales: la deforestación, caza excesiva, gasto de los suelos, escasez de agua, pesca excesiva, crecimiento poblacional, introducción de especies ajenas, entre otros, fueron los principales causantes de que los asentamientos de humanos tuvieran que moverse para repetir el ciclo en otro lado, o bien, causaron su extinción.

Se espera un descenso poblacional en el planeta en el año 2060

Las terribles consecuencias de la sobrepoblación, de hecho, no han sido nada recientes pese a lo que se percibe, pues fue en 1798 cuando el economista Thomas Robert ya había señalado que la población de seres humanos llegaría a un punto tan alto que nuestro planeta no podría sustentarlo y todo es gracias a que cada vez tenemos mejores condiciones de vida.

Durante su tiempo, estos supuestos no fueron tomados tan en serio, pero ha sido hasta las últimas décadas que podemos confirmarlo sin dudas al ver que cada vez escasean más los recursos naturales como el agua dulce, productos para el consumo humano, así como el equilibrio climático.

Los científicos de la ONU han hecho números y estiman que de los 7.8 mil millones de personas que existen en la actualidad, alcanzaríamos los 9.8 mil millones para el 2050 basados en el ritmo de crecimiento más lento.

Es decir, en 30 años habrá 2 mil millones de personas más en el planeta (incluyendo también los datos de los decesos), pero un estudio realizado por la Universidad de Washington que fue publicada en The Lancet sugiere que este proceso podría elevarse dramáticamente.

En este estudio mencionan que para el 2060 la población alcanzaría casi los 12 mil millones de humanos en el planeta, en donde posiblemente se vean escenarios bastantes serios.

Sin embargo, también estiman que este podría ser la cifra más grande que se pueda alcanzar, y que en cuestión de unas cuantas décadas, la población comenzará a descender.

El descenso

Posiblemente gracias a las condiciones más hostiles que se verán en el futuro, se espera que la tasa de fertilidad tenga una recesión, y se espera que países donde ya sus índices de natalidad son bajas como Italia y Japón, su densidad de población se reduzca hasta a la mitad.

A simple vista podría ser que la solución llegue naturalmente y esta sea una buena noticia al finalmente tener “menos bocas que alimentar” y el impacto de contaminación disminuiría, pero debemos de tener muy en cuenta que esta es solo la consecuencia de estar llegando al límite.

Para entonces los sistemas alimentarios, el cambio climático, las enfermedades y muchos otras situaciones nos aquejarán más que nunca causando una serie de crisis especialmente en los países menos desarrollados donde las situaciones de pobreza, hambre y falta de un sistema de salud decente ya tiene a la población en jaque.

Tal y como ha evidenciado la llegada del virus Covid-19, los sistemas de salud tendrán que hacer esfuerzos titánicos para poder con la carga de un número creciente de personas enfermas o que requieran de cuidados clínicos, y todo esto en situaciones normales.

Conforme la sobrepoblación se intensifique y la natalidad disminuya en las próximas décadas, podría ocurrir un fenómeno como el que vive actualmente Japón, un país donde más de la mitad de su población es de la tercera edad, siendo los niños y adultos jóvenes el sector más pequeño.

Esto se traduce en que habrá menos ciudadanos que puedan contribuir a su nación, generar riquezas y todo lo necesario para financiar los sistemas de salud así como otros sectores importantes que mantienen en equilibrio a la sociedad.

El panorama poblacional para el año  2100

El estudio mencionado anteriormente sugiere que en 2064 la población podría llegar a los 9.7 mil millones de habitantes, y que para en 2100 se registre un descenso llegando a los 8.8 mil millones.

De no haber una reducción, para el 2100 se esperaba alcanzar los 12.3 mil millones de habitantes como estimaban otras predicciones realizadas años anteriores que estaban basados en la fertilidad general.

En pocas palabras, los modelos anteriores se basaban en la cantidad de hijos que podría tener una persona en toda su vida, pero ahora se utiliza el modelo de la fecundidad de cohorte que se basa en la cantidad de hijos promedio que ha demostrado tener una población de mujeres hasta alcanzar la edad no reproductiva (alrededor de los 50 años) que es más realista y precisa.

Otro factor a tener en cuenta es la de migración que es más creciente y que también altera el ritmo de reproducción humana al insertarse en un nuevo entorno.

Por ejemplo, en África se conoce que existe un promedio de entre 4 y 5 nacimientos por mujer, pero para la tasa reducida del 2100 antes mencionada, se espera que las mujeres africanas conciban no más de 2 hijos en toda su edad reproductiva.

Para Japón cuya tasa de mortalidad supera a la de natalidad, se espera que sus 128 millones de habitantes contados en 2017, se reduzca a  60 millones para 2100.

Mientras que China, uno de los países con mayor sobrepoblación en el mundo baje de los 1.3 mil millones de habitantes a cerca de 730 millones, una caída sin duda dramática.

Además, como la migración juega un papel importante en estos números como mencionamos anteriormente, también se espera que los líderes de los países más afectados por esta reducción cambien sus modelos de inmigración.

La inmigración, ¿la solución?

Volviendo al caso de Japón, un país estrictamente acorazado que aún posee una fuerte ideología de mantener su raza lo más pura posible y su sociedad lo más intacta posible sin la influencia de otros países donde reina el caos, sus sistemas de inmigración son duras de superar.

Las leyes son bastante estrictas para los extranjeros que deseen vivir en el país asiático, obligando a los ciudadanos conversos, a renunciar a su antigua ciudadanía.

Pero la necesidad de tener a ciudadanos en una edad activa y reproductiva que pueda brindarle un mejor de estilo de vida a los japoneses de la tercera edad, han provocado que poco a poco el país se abra al mundo.

Con campañas a nivel nacional como Cool Japan que pretende promover el lado más cálido y amigable del país nipón a los extranjeros, abriéndole las puertas a profesionistas de la salud y tecnología, entre otros, están viendo la inmigración como la solución a sus problemas.

Y posiblemente a su vez, podría ser la solución para los ciudadanos de países con sobrepoblación y pobreza para poder conseguir mejores condiciones de vida en países donde, de hecho, se requiera de más habitantes contribuyentes.